Hace unos días me enteré por el noticiero que, nuevamente, un directivo fue agredido por un estudiante y su madre. Las heridas que le ocasionaron están a simple vista, pero estoy segura que, tal como lo sentimos quienes nos enteramos de la historia, lo que más duele es el corazón. La periodista le preguntó a este director si él aún creía que este estudiante podía “recuperarse” y el directivo le respondió que él entendía que ella hiciera esa pregunta por ser quien es, por su profesión; pero si un educador no cree en la posibilidad de revertirse, de cambiarse a partir de la contención y de la educación… no tiene sentido su profesión. Me quedé pensando mucho en esta noticia, ya que son estas las condiciones a partir de las cuales vamos a trabajar en lo cotidiano del aula. Recordé esta imagen que llegó a mí hace algún tiempo, y que resume claramente lo que está aconteciendo.
Ahora, ¿ustedes qué piensan?
Judith
Hola Judith: Me identifico con tus preocupaciones y me sigo preguntando dónde están las instituciones que tienen que acompañar al docente en el aula, a los directivos en las escuelas, a los jóvenes y familias. El Estado y la sociedad misma no encuentra los caminos para refundar, desde la pluralidad, la centralidad de los valores en el seno de esta sociedad. Quiero felicitarte porque a pesar que trabajás, estás cumpliendo con tus prácticas de manera responsable y comprometida, también generás el tiempo para compartir tus reflexiones. Mónica
ResponderEliminarProf. Mónica: En primer lugar, gracias por las felicitaciones! Por lo general,si me comprometo a hacer algo, le pongo todas las energías disponibles. En segundo lugar, es verdad, yo me pregunto lo mismo.. ¿dónde están las instituciones? y ¿dónde está la sociedad? Porque rápidamente hablamos de los adolescentes, pero... ¿qué nos está pasando a los adultos? ¿qué ejemplos les estamos dando? Creo que es necesario, como dice ud, retomar los valores y que los adultos seamos adultos y entedamos que no está mal retar ni poner límites. Muy por el contrario, nos asegura la continuidad de una sociedad ordenada para nuestro futuro y el de nuestros jóvenes. Gracias por leer y comentar esta entrada. Judith
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